lunes, 17 de noviembre de 2008

CONCENTRACIÓN ENFOCADA...


La concentración enfoca el poder de la mente de la misma forma que una lupa lleva los
rayos del sol a un solo punto. Pero la mente, que es distinta de una lente, no es pasiva; se
requiere un acto de fuerza de voluntad para desechar todo pensamiento inquieto y enfocarla
completamente.

La capacidad para concentrarse es una cualidad inherente a lo humano y forma parte de
nuestro ser. Para obtener éxito en los negocios, el deporte, los estudios, etc. tenemos que
concentrarnos profundamente en la tarea que tenemos entre manos. Se dice que cuando
Einstein se concentraba en un problema se olvidaba hasta de comer y en ocasiones ¡durante
días! Nosotros también estamos destinados a alcanzar la victoria en nuestros proyectos si
ponemos toda nuestra atención en lo que estamos haciendo.
Aunque es un elemento muy importante para el éxito, raramente se nos enseña cómo
concentrarnos.

Una de las técnicas buenas para esto es la técnica del Hong-So, la cual Paramhansa
Yogananda llamó “la técnica de concentración más alta”. La técnica de Hong-So tiene una
base científica y trabaja con fuerzas fundamentales de la fisiología humana. Hemos hablado
brevemente de cómo la respiración, la energía y la mente están unidas, pero ahora es el
momento de hablar del tema con más profundidad.

Intuitivamente sabemos que existe una conexión entre nuestra respiración y nuestra
habilidad para concentrarnos. Observa cómo, instintivamente, retienes la respiración
cuando tratas de desempeñar una tarea delicada como la de enhebrar una aguja. Por otra
parte, cuando nuestra mente y energía ya están calmadas y enfocadas, observamos que
también nuestra respiración está calmada. La próxima vez que estés absorto leyendo un
libro o escuchando música, observa lo lenta y pausada que es tu respiración.

La ciencia del yoga ha comprobado, desde hace mucho tiempo, que los ejercicios de
respiración pueden ejercer una influencia muy poderosa sobre la mente. De hecho existe
una gran variedad de técnicas de respiración llamadas pranayamas, su traducción literal es
“control de la energía sutil”. Algunos profesores se limitan a enseñar los aspectos físicos de
los pranayamas, pero en realidad tienen efectos mucho más profundos.

Las técnicas de respiración operan a varios niveles: En el aspecto físico ayudan a
eliminar el monóxido de carbono y a oxigenar la sangre, permitiendo que la respiración se
haga más lenta. En el aspecto mental nos ofrecen un objeto en el cual podemos concentrar
la mente. Calmando la mente se calman al mismo tiempo las emociones. Pero el aspecto
más importante es que nos permiten influir en el curso de la fuerza vital en el cuerpo y en la
mente. La razón por la cual estas técnicas tienen tanto poder, es que nos ofrecen la forma de
controlar la energía sutil, llamada en sánscrito prana.

El Prana es más refinado que las
fuerzas electromagnéticas de este universo físico; es el principal mar de energía de donde
emergen los átomos.
No existe aún un instrumento capaz de detectar esta energía, pero aquellas personas que
desarrollan una conciencia susceptible a ella puede percibirla. Las personas que pueden ver
el aura están viendo la emanación de prana o cuerpo "astral”. El prana (o chi, o ki en otras
tradiciones) está imbuido y mantiene en su totalidad el mundo físico y toda la materia es
sostenida por él. Todo objeto viviente existe debido al prana.

Yogananda utiliza el término “fuerza vital” refiriéndose a esta energía cuando se
manifiesta en todas las cosas vivientes y nos enseña que esta fuerza vital es lo que nos
anima y da vida. Sin ella seríamos objetos inanimados. Cristo se refirió a esta fuerza
universal cuando fue tentado por Satanás después de ayunar durante cuarenta días en el
desierto y dijo, “Está escrito, No sólo de pan vive el hombre, sino de la palabra procedente
de Dios”(Mt.4:4). “La palabra” utilizada así significa vibración o energía.
Realmente es el prana el que sostiene el cuerpo en lugar de la comida, el agua y el
oxígeno. El alimento es aparentemente necesario para el sustento de la vida debido a que
contiene prana en forma concentrada.

El Prana es muy sutil para poder ser percibido por la mayoría de las personas, pero por
su conexión directa con la respiración, ejercemos una influencia indirecta sobre él por
medio del control de la inspiración y la espiración, lo cual es relativamente fácil de hacer.


La técnica del Hong-So, es un ejercicio de respiración; su
propósito es liberarnos de una mente inquieta. Su propósito
ulterior es llevarnos a una completa interiorización. De hecho, practicada correctamente,
nos ayudará a alcanzar el 100% de concentración. Solamente en este momento es cuando
experimentamos los estados profundos de meditación y sentimos nuestra unión con Dios.
La meditación profunda llega espontáneamente cuando toda nuestra naturaleza está
interiorizada y enfocada en el entrecejo (el ojo espiritual, o centro Crístico). En él se asienta
la concentración y Hong-So trabaja con la respiración, la atención y como mantra para
enfocar toda la fuerza vital en este centro.

Los sonidos usados en esta técnica, Hong y So, son un mantra. Un mantra es una
fórmula sonora que contiene cierto poder; en ocasiones un mantra puede tener resultados
curativos, darnos fuerza de voluntad o devoción. El efecto especial de Hong-So, sin
embargo, es calmar e interiorizar nuestro prana.

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