sábado, 15 de noviembre de 2008

HABLA DEEPAK CHOPRA


Las Siete Leyes Espirituales del Éxito - Deepak Chopra

¿Podrías darnos una definición de lo que es el éxito?
El éxito es la capacidad de cumplir nuestros deseos espontáneamente y sin esfuerzo.
Tener lo que se desea inmediatamente de desearlo, sin esfuerzo. Sea lo que sea.
Por otra parte, Louise Hay nos dice “toda experiencia es un éxito, independientemente de su resultado“.

¿Por qué no conseguimos todo lo que deseamos en forma inmediata?
Porque estamos desalineados con las Leyes del universo. No las hemos estudiado, no las hemos entendido o no las hemos experimentado conscientemente. Estamos desconectados del universo. El universo funciona sin esfuerzo, sin fricción, naturalmente y produce todo lo que está a nuestra vista y todo lo que está fuera de ella. Es una organización absolutamente perfecta y consigue todo lo que desea. Nosotros somos parte él. Cuando vamos al revés del universo lo que conseguimos es un infarto, stress, insatisfacción, frustración, etc. Es como querer llegar a la costa nadando en contra de la marea. Estos trabajos sirven para alinearte con esa fuerza enorme y dejarte llevar confiando en ella.

¿Sería, entonces para independizarte de la personalidad?
El ego es la personalidad. Así que no intentamos perder la personalidad, sino conocerla, para usarla como un instrumento y no estar en constante pelea con ella. En cuanto uno empieza a saber quién es, en realidad, viene una gran lucidez y una gran claridad en cuanto a tu comportamiento, en cuanto a tu máscara social: a tu ego. No trabajamos para disolver el ego, trabajamos para que sea un aliado, un instrumento del espíritu.

¿Por qué entonces el hombre ha asociado al éxito con el dinero, poder, fama, etc.?
Porque hemos olvidado quiénes somos, pero también porque nos dijeron “consigue una casa, un buen trabajo, un buen título, un buen marido o una buena mujer, ten tus hijos, cómprate un auto, después un barco, una casa en las afueras y serás feliz”. Esa es la creencia con la que hemos crecido. Nadie nos dijo: “Sé feliz y después fíjate qué quieres”. Tenemos que dar vuelta el concepto: primero hay que buscar “la felicidad” y ver lo que ella nos trae. Porque a lo mejor a nosotros no nos va un marido o no nos va un auto, tenemos otras necesidades. Y aún cuando fueran esas tus necesidades, una vez que tengas todos lo autos, todos los maridos, todo lo que quieras siempre vas a estar vacío si no estás anclado a la esencia de la vida. Lo que tratan de hacer estas Leyes es buscar un acercamiento espiritual al éxito y a la abundancia.

En realidad, yo pienso que si no hacemos un acercamiento espiritual a todo: a la ciencia, a la religión, al éxito, a la medicina, a la economía, el Planeta tiene una vida muy limitada. Hay que entrar por el espíritu a todo, porque ya probamos del otro modo y ya vemos como estamos: no da resultado, no sirve, no funciona. No importa cuál sea el sistema no funciona, no nos trae la felicidad.

¿Qué se entiende por Ley?
La Ley natural es el proceso por el cual lo oculto se revela. Todo lo que vemos viene de lo desconocido, todo lo que percibimos viene de algo que no sabemos que existe hasta que lo hacemos consciente.
La Ley es el proceso por el cual la Divinidad, el campo cuántico, lo inmanifiesto, o como se quiera llamar, se pone en movimiento y se expresa.

¿Cuáles son las Leyes?
1- La Ley de Potencialidad Pura (o de conciencia pura). Puede llamarse de muchas maneras, pero en realidad es el Ser, es lo que somos realmente.
Se estudia y se practica haciendo silencio, estableciendo un compromiso de no juzgar y estando en contacto íntimo con la naturaleza.

2- La Ley de Dar. Es lo mismo dar y recibir porque el universo fluye de esa manera y se ejercita aprendiendo a dar todo aquello que buscamos recibir.
Quiere decir: si lo que busco es amor, tengo que dar amor; si lo que busco es prosperidad, tengo que ayudar a otros a que sean prósperos.

3- La Ley del Karma (Acción y reacción. Causa y efecto). Se trabaja haciéndonos conscientes de las elecciones que hacemos a cada momento y haciéndonos responsables de esas elecciones.

4- La Ley del Menor Esfuerzo. Es la favorita de muchos pero a veces es la que más cuesta porque estamos acostumbrados a hacerlo todo con el mayor esfuerzo. Sin embargo, los pájaros no “tratan” de volar, sencillamente vuelan; los delfines no “tratan” de nadar, sencillamente nadan; las estrellas no “tratan” de brillar, sencillamente brillan. Sólo los humanos “tratamos de”. El universo no funciona de esta manera.
Hay muchas creencias que van en contra de esta Ley. Por ejemplo: “el que quiere celeste que le cueste“, “ganarás el pan con el sudor de tu frente“, etc. La Ley del Menor Esfuerzo se practica a través de la aceptación, aceptar lo que nos ocurre en el momento presente y se activa a través de no defender nuestro punto de vista, no querer siempre tener la razón y observar mucho cómo funciona la naturaleza.

5- La Ley de la Intención y el Deseo. Empezamos a hacernos conscientes de cómo desear y obtener. Se desea en el presente, se pone la intención en el futuro y se desapega del resultado. Si voy a tirar una flecha al blanco, tengo que tener mi atención en el presente, o sea, en tensar el arco hacia atrás y poner bien la flecha y tengo que dirigir mi intención en dar en el blanco. O sea, mi intención en el futuro, mi atención en el presente y al mismo tiempo, desapegar del fruto de la acción. Esto sería, “no me importa cuántos competidores hay en este torneo”, “no me importa si voy a ganar un premio”, “no me importa si voy a salir en las tapas de las revistas”, “no me importa si voy a perder”. Todo eso lo aparto de mí para tener pura atención en el presente, pura intención en el futuro y desapegarme del fruto de la acción. Las acciones que realizamos de esta manera adquieren mucha potencia.

6- La Ley del Desapego. Solo tenemos el presente. Esta Ley activa la conciencia del momento presente y la gloria de vivir en él y ayuda a echar el ancla en la sabiduría de la inseguridad de la vida.

7- La Ley del Dharma. Es la Ley del propósito en la vida. Todos venimos a la vida para cumplir un propósito y solamente nosotros podemos descubrir cuál es. Cómo expresar ese propósito y cómo usarlo para ayudar a los demás es parte de nuestro aprendizaje.

Esta Ley se activa preguntándonos, cuando vamos a hacer algo, “cómo puedo ayudar?” en lugar de “qué gano yo con eso?”. Este solo cambio de pregunta interna, trae una gran evolución espiritual, hace que nuestro espíritu se haga presente y apoye nuestras acciones.
El conocimiento de estas Siete Leyes trae una gran transformación. Es muy interesante, muy movilizador y sobre todo, sobreviene un autoconocimiento extraordinario.
Hay revelaciones de uno mismo, de nuestro comportamiento, nuestras respuestas, nuestras emociones, nuestros manejos, nuestros controles, para poder así transformarlos y que nos traigan un nivel de mayor felicidad.
Es hacer consciente el espíritu y consciente el funcionamiento de sus Leyes. Es traer el espíritu a la práctica.

¿Por qué actuamos siempre desde la personalidad?
Porque es lo que conocemos. Porque no estamos entrenados para actuar desde el Ser. Creemos que somos un cuerpo, una mente, un intelecto y unas emociones. Hasta que tenemos acceso, por medio de la experiencia, a quienes realmente somos: consciencia pura ilimitada, un campo de infinitas posibilidades. Venimos de ese campo y venimos a expresarlo. Ese es el propósito final de la vida de todos. Cada uno lo hará a su manera según su Dharma, pero todos somos un deseo del universo manifestado, somos un deseo de Dios que se expresa. De modo que, cuando cortamos esa relación, la vida pierde sentido.
El propósito para el que fuimos creados no se realiza. Por eso viene a nuestras vidas tanta enfermedad, tanta infelicidad, tanto dolor, vienen porque nos hemos olvidado de quiénes somos y de dónde venimos. Esta es una de las maneras de encontrar el camino de regreso a la inocencia.

¿Qué es lo que busca la mayoría de la gente que viene a tu seminario?
A estas cosas nunca se llega “por casualidad”. Muchas veces dicen “no sé por qué estoy aquí”, pero eso dice mucho de uno. Por lo pronto, es aceptar la incertidumbre. Es aceptar la sabiduría de lo desconocido, “no sé por qué estoy aquí pero estoy aquí y voy a participar en algo que sé que me va a transformar”. De modo que todas las personas que se acercan lo que quieren es crecer, transformarse, conocerse más y ser más felices. Somos más parecidos de lo que creemos. En el ego parecemos muy diferentes, pero cuando empezamos a soltarlo en el camino nos damos cuenta que somos muy parecidos.
En este taller, se trabaja muy abiertamente, se aprende mucho de los demás, porque, al final, a todos nos pasa lo mismo: tenemos mucho miedo y queremos ser felices.
El Dr. Chopra fue el Jefe del equipo del Hospital Memorial de Nueva Inglaterra y enseñó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts. Se dedica a enseñar alrededor del mundo técnicas de integración cuerpo-mente a través de una serie de programas educativos.

¿Nos gustaría que vos nos hablaras un poco del Dr. Deepak Chopra…
Chopra es un gran maestro porque da mucho conocimiento y porque no intenta ser un gurú, por lo tanto está todo el tiempo desestructurándose él mismo y desestructurándonos. Es directo, no es burocrático, recibimos las técnicas directamente de él, lo cual es un privilegio.
El está trayendo al mundo un conocimiento muy elevado, muy transformador y muy liberador.

¿Cómo te gustaría terminar esta entrevista?
Diciendo que es urgente que mucha gente haga estos trabajos, que trabajen su espíritu.
Es importante que tomen un conocimiento que los haga ser más cuidadosos con ellos mismos, con los demás y con el Planeta. Es importante que la Humanidad eleve su estado de conciencia.
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